PROMESAS EXCLUSIVAS.

 

Imaginemos una pareja enamorada, ellos se aman mutuamente, quieren compartir la vida juntos, piensan casarse y formar una familia, se aman tanto que no pueden vivir el uno sin el otro. Se llega el día en que este hombre le propone matrimonio, ella acepta inmediatamente, ahora están comprometidos el uno con el otro y planeando su boda, es de anotar que de este compromiso se derivan promesas recíprocas. Luego pasa una chica al lado de este varón, le parece atractivo y de la nada asume que el compromiso que él hizo con el amor de su vida aplica también para ella. ¿Qué pensarías? Extraña la actitud de la chica, ¿no? En efecto, está totalmente confundida. El compromiso en realidad aplica única y exclusivamente para los que se aman.

Al respecto, Charles Spurgeon ratifica que: “Las promesas de Dios son inmutables, él ha firmado, confirmado y sellado cada una de ellas” y la Palabra soporta esta afirmación en los versos relacionados con los atributos de Dios. A continuación, los invito a descubrir a quienes están dirigidas las promesas de Dios.

 
Conforme a lo anterior, la Palabra de Dios establece claramente que los que aman a Dios le obedecen y Dios los ama demostrándolo con el sacrificio en la cruz de Su Hijo, es decir, existe una correspondencia entre ese amor. Por lo tanto, y al igual que en el caso del compromiso matrimonial, en este caso el de Cristo con su esposa, la iglesia, las promesas son exclusivamente para las personas que amamos y que nos aman. Miremos lo que indican las escrituras al respecto.
 
Juan 14:23-24
 
23 respondió Jesús y le dijo: «El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él». 24. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
 
Gálatas 2:20
 
20 con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 
 
Así las cosas, las hermosas promesas extraordinarias plasmadas en la Palabra de Dios, son exclusivamente para quienes él ama y lo aman, como lo indica el siguiente versículo.
 
2 Pedro 1:3-4

como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.
 
Este texto anterior es una confirmación de que las promesas están dirigidas a los que han huido de la corrupción, es decir, a quienes aman a Dios y por lo tanto obedecen.
 
Entonces, así como las promesas que se hacen las parejas de enamorados, son entre ellos íntimas y bilaterales, las promesas del Señor no son para todo el mundo, son exclusivas para sus hijos, como un papá que hereda sus bienes a sus hijos. No se trata de una herencia plural, es exclusiva para quienes él ama.
 
Querido lector. Si quieres abrazar las promesas preciosas y grandísimas de la Palabra de Dios para tu vida, te invito a que te arrepientas de tus pecados, clames a Dios por perdón, creas en Jesucristo y te enamores perdidamente de tu Señor y como respuesta le obedezcas y disfrutes las promesas exclusivas de Dios, consignadas en las Sagradas escrituras. Será lo más valioso que podrás obtener y lo único que trascenderá a la vida eterna.
 
 
Saludos&Bendiciones
Con amor.
Marifer
 

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