TENGO UNA CITA

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Imagina a alguien que dice estudiar medicina, pero no asiste a clases por ningún medio, atiende pacientes y aprende a comportarse y presentarse como los estudiantes de medicina; usa pijama, usa estetoscopio y lee libros de ciencia. Además, ve pacientes y les hace fórmulas. Peligroso, ¿no?. Pues bien, así de arriesgado es afirmar que somos cristianos y no asistir a una congregación, aparentar ser creyentes, evangelizar a otros, incluso orar por otros, pero desobedecer el mandato de congregarnos. Noé Acosta en una de sus predicaciones de la Conferencia del Seminario Reformado Latinoamericano 2023, expresó que quien es alérgico a la iglesia local tiene que preguntarse si es realmente cristiano. 

El autor del libro de los hebreos, en el capítulo 10 verso 25 nos exhorta a no dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre. Escuché hace poco al pastor Sugel Michelen decir lo siguiente al respecto: “Tú puedes faltar al culto del domingo siempre que Cristo acepte tu excusa, él fue quien te invitó”.

Así mismo, el Salmo 133:3 nos anima a congregarnos, indicando que es bueno y delicioso habitar juntos en armonía. En Cristo somos una familia y las familias por lo general son cercanas, habiendo sido adoptados y conformando la familia de Cristo debemos anhelar profundamente el encuentro por lo menos semanal con nuestros hermanos.

En la primera epístola de Pablo a Timoteo, capítulo 3 verso 15 dice: “para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” RVR 1960. 

También el Salmo 22:3 nos enseña: Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel, lo que significa que Cristo está en medio nuestro acompañándonos en nuestros cantos congregacionales: “en medio de la congregación te alabaré”, hebreos 2:12 RVR 1960.


No olvides que cada semana tienes una cita con tu Padre Bueno.

 

Saludos&Bendiciones

Con amor,

Marifer

 

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